El dióxido de cloro (ClO2) es un compuesto formado por un átomo de cloro y dos átomos de oxígeno, es soluble en agua a temperatura ambiente. Se utiliza como agente antimicrobiano para una variedad de actividades, incluida la desinfección del agua potable, ya que además de mejorar su olor y sabor, elimina parásitos y bacterias perjudiciales para el hombre.

A pesar que se usa ampliamente en procesos de producción de alimentos y bebidas para el lavado de frutas y verduras, y en el ámbito medico como desinfectante de equipos, superficies y habitaciones hospitalarias; el dióxido de cloro NO es una cura para tratamientos médicos como: autismo, VIH, malaria, virus de la hepatitis, gripe, resfriados comunes y cáncer.

La Administración de alimentos y drogas de Estados Unidos FDA ha confirmado que ingerir medicamentos a base de dióxido de cloro es peligroso y pudiera provocar reacciones severas.

Fuente: ChemicalSafetyFacts.org